Kotor, patrimonio de la humanidad

¡¡¡INFORMACIÓN ÚTIL, RESUMIDA Y LINKS DE INTERES AL FINAL DE LA ENTRADA!!!

Buenas!!!

Aquí estoy de vuelta otra vez, tras mis largas desapariciones. No creáis que lo hago por vagancia o a propósito. Bueno, pues para continuar con el relato que llevo entre manos, hoy toca hablar sobre lo que a todo viajero le pasa. Hoy voy a contaros lo que considero el error o imprevisto más grande del viaje a mi parecer.

Para esta jornada teníamos previsto salir de Split a la mañana pronto, y llegar a Kotor en Montenegro al anochecer. Durante el trayecto teníamos pensado hacer escala en Dubrovnik, y visitar la famosa ciudad.

A las 8 de la mañana, tras abandonar nuestro apartamento, nos presentamos en la estación de autobuses que se encuentra junto a la del tren en la zona del puerto. La verdad es que la zona es algo caótica, y no está muy claro donde tienes que coger tu autobús, y en la oficina de la compañía no es que no aclararan mucho las cosas. Hay una especie de carteles en los que según la linea te indican en que andenes para el autobús.

El plan para ese día era bastante ajustado, e íbamos con el tiempo justo para hacer las cosas. Aquí he de admitir mi error, ya que en un viaje siempre hay que prever imprevistos y nunca ir con el agua al cuello, y claramente bastante bien habíamos ido los anteriores días y obviamente la suerte no dura, por lo que este día nos pasó factura.

El autobús con destino Split que venía desde Zagreb llegó con retraso. El autobús era nuevísimo, y muy cómodo. Tenía un piso inferior con mesas donde 3 de nosotros nos sentamos, ya que en el autobús no había plazas asignadas. Los otros tres fueron arriba con el resto de pasajeros. El autobús por fin salió de Split con bastante retraso, y se introdujo en la autopista. Las carreteras croatas en general las calificaría de buenas, y renovadas. El viaje transcurrió a través de los Balcanes, haciendo un par de paradas tras las cuales nuestros compañeros de la parte superior bajaron con nosotros y disfrutamos de nuestro viaje tranquilamente jugando a las cartas o simplemente disfrutando de las vistas.

Vistas de la costa desde el autobús

El aburrimiento haciendo mella en mi

El grupo de las mesas de abajo

A medida que avanzábamos, la carretera se acercaba al litoral, las vistas eran mejores, y los vendedores de frutas se acomulaban en el borde de la carretera, pero el tiempo pasaba y todavía nos quedaba un trecho hasta Dubrovnik. Para legar a esta ciudad, hay que pasar un tramo de 9km en los que la carretera cruza un el segmento de Bosnia y Herzegovina que une el país con la costa, con sus correspondientes registros de aduana. En nuestro caso fueron bastante rápidos, y cruzamos el pueblo de Neum en un momento, para volver a llegar al segundo puesto de aduanas. La hora de llegada a Dubrovnik pasó, y todavía nos quedaba un tramo para llegar.

Tras seguir serpenteando la costa contemplando los increibles paisajes que esta depara, por fin llegamos a nuestro destino. Llegamos con unas dos horas de retraso, y en una hora salía el siguiente autobús destino a Kotor, por lo que sólo nos quedó una hora para visitar Dubrovnik. La verdad es que estabamos muy apurados y no sabíamos muy bien si quedarnos en la estación de autobuses o ir al centro historico, pero al final arriesgamos y cogimos el autobus público que nos llevó al centro. Tarda entre 10 y 15 minutos en llegar y se coge en frente de la estación de autobuses en la siguiente ubicación.

El autobús nos dejó en la puerta de la ciudad antigua, en la cual entramos y recorrimos las calles lo más rápido que pudimos. Esta fue la consecuencia de no planear las cosas con tiempo y pensando en imprevistos. Dubrovnik es una ciudad genial, con mucho ambiente y monumentos espectaculares, los cuales apenas pudimos disfrutar por ir con prisas. Nos centramos en recorrer la calle principal, llegar a la plaza de la catedral, y el muro exterior de la parte del puerto.

Como el tiempo se nos acababa, tuvimos que volver a la estación de autobuses. El trayecto en el autobús público cuesta 12 kunas, y la compañía que se encarga de realizarlo se llama Liberitas, y las líneas son  A1, 3 y 8. De vuelta en la estación de autobuses, a la cual llegamos con el tiempo al cuello, intentamos localizar nuestro autobús, que no lo encontrábamos por ningún lado.

Resulta que llegó con un poco de retraso (si, si viajáis a este tipo de países es recomendable contar con numerosos retrasos). Montamos en un autobús blanco, nos revisaron el billete, y salimos de la ciudad tal y como habíamos entrado, con la rabia de no haberla podido visitar en condiciones, ya que sin duda es un MUST de la zona.

Una vez retomada la ruta, volvimos al serpenteo de la costa, mientras el sol empezó a ocultarse. Sobre las 28:30 alcanzamos la frontera con Montenegro, y tras pasar el control aduanero y recoger un nuevo sello, nos adentramos en la bahía de Kotor, la cual teníamos que bordear, y se tarda lo suyo. La noche se nos echó encima, por lo que tampoco pudimos disfrutar mucho de las vistas. Poco a poco fuimos pasando diversos pueblos y en alguno de ellos vimos una cosa muy curiosa. Al pasar junto al agua, había canchas de waterpolo en la que se reunía la gente del pueblo y echaban partidos.

Sobre las 10 legamos a Kotor, bajamos del autobús, el cual seguía hasta Podgorica. Fuimos a un supermercad desde el cual llamamos a nuestro para avisarle de que ya estabamos en la ciudad, cogimos la comida para la cena y pedimos un taxi que nos llevó a la puerta del apartamento. El señor del apartamento era muy amable. Nos hospedamos en un apartamento llamado Apartment Mrsulja (el link es para su página de booking). El dueño era muy amable, y aunque no fuera precisamente fácil de encontrar, realmente la ubicación no era mala, y estaba cerca del centro histórico.

Como era de noche, y algo tarde, cenamos, y nos acercamos al centro histórico para ver un poco el paisaje nocturno, pero como estábamos cansados, volvimos enseguida al apartamento y nos fuimos a dormir.

Seguramente penseis que este día fue un mero día de viaje en el que no visitamos gran cosa, y así fue, aunque con algo más de organización podríamos haberlo disfrutado más. En mi defensa he de decir que las fechas de los vuelos eran las que eran, y teníamos el tiempo que teníamos si queríamos visitar algo.

Dubrovnik

Al día siguiente nos levantamos, desayunamos, recogimos el apartamento, nos pusimos las mochilas al hombro, devolvimos las llaves, y nos dirigimos a la estación de autobuses para dejar las cosas pesadas en la consigna. Ya por el camino notamos que el día iba a ser caluroso, y las impresiones no defraudaron.

Una vez liberados de nuestros lastres, nos dirigimos al centro histórico, el cual es una fortaleza que esconde un sin fin de callejuelas estrechas y casas de piedra con flores preciosas. La verdad es que fue una sorpresa para mi. Yo ya había oído hablar bien de esta ciudad pero en internet no es que me hablara de lo bonito que era, y al verlo de día me sorprendió mucho. A medida que pasó la mañana las temperaturas fueron al alza, y ya empezamos a sudar. 

Kotor tiene una fortaleza a lo alto de la ladera de la montaña, sobre la cual yo si había leído. Tras encontrar el inicio de la subida que está algo escondido nos encontramos con que había que pagar 3 euros para subir, y tras debatirlo, decidimos pagar y subir, una decisión muy acertada.

Comenzamos a subir las escaleras (o lo que quedaban de ellas), y el sudor se hizo notar todavía mas. Poco a poco fuimos ascendiendo mientras de vez en cuando parábamos para contemplar las vistas de la bahía, y a descansar un poco ya que los 35ºC se hacían notar. Seguimos ascendiendo lo que parecía una subida eterna mientras nos deshidratábamos, hasta que tras un largo tramo de quejas y agonías llegamos al fuerte y pudimos tumbarnos. Si vais a subir a este fuerte os recomiendo fuertemente llevar una botella GRANDE de agua llena hasta el tapón.

La parte superior es un fuerte en ruinas en el que hay un poste con la bandera de Montenegro y del cual se pueden contemplar unas increíbles vistas de la bahía de Kotor. Para mi gusto, este fue uno de los momentos más placenteros del viaje y del que más disfruté. Las vistas eran geniales, y la sensación era de euforia.

Tras tomar algunas fotos, descansar y disfrutar del momento, comenzamos el descenso por las empinadas escaleras. El calor seguía acechando así que nada más llegar a la parte inferior fuimos en línea recta a una fuente donde metimos la cabeza debajo del chorro y bebimos hasta no poder más.

Una vez refrescados, seguimos dando una vuelta por el casco antiguo, el cual es precioso. Las casas son de piedra, de un color amarillentas, y las calles estrechas, dejando recovecos que dan la sensación de que a cada esquina recorres un lugar único.

cuando llegamos a la plaza principal, entramos en una panadería para picar algo, y como siempre no desaprovechamos la oportunidad para probar algo típico de la región. Yo simplemente pregunté a la chica que me recomendaba y me dio un tipo de rollo de hojaldre relleno de carne y otro de espinacas enroscado. No apunté el nombre  (fallo mío), pero aquello me supo a gloria. Si vais alguna vez tenéis que probarlo, y si alguno sabe como se llama no dudéis en dejarlo en los comentarios.

Después de esto, fuimos a hacer unas compras y a comer algo al centro comercial que hay a la salida del pueblo, y fuimos andando poco a poco hacia la parada de autobuses.

En la parada de autobuses, recogimos nuestras mochilas, las cuales gracias a dios que dejamos en la consigna, y esperamos a que llegase nuestro autobús. El tiempo pasó y como ya teníamos esperado, el autobús llegó con retraso, pero lo mejor llegó cuando vimos entrar el autobús por la barrera de la estación.

Lo que apareció fue un estilo de furgoneta bastante vieja y descacharrada que portaba un cartelito en cirilico que ponía bar. Tras confirmar que aquél era nuestro autobús montamos, y guardamos las mochilas en el maletero, ya que nos lo exigieron, y aviso, por estos servicios COBRAN. Fueron un par de euros por maleta, pero dolieron.

El autobús era de película la verdad. Estábamos a 35ºC, el autobús marchaba con la puerta abierta, los asientos estaban rotos y literalmente, las ventanas pegadas con celo, y además el autobusero y el revisor tenían pinta de haber salido de la mafia más profunda de Montenegro. No me gusta tener prejuicios ante la gente, pero ciertamente, era para verlos. Francamente solo faltó una cabra para completar la escena. Aún así es una de las escenas de las cuales mejor recuerdo guardo.

Aquella furgoneta no alcanzaba los 40 km/h y subir las cuestas nos quedábamos por detrás de todos los coches. Pese al calor fuimos por la carretera que bordea la costa,y los paisajes la verdad es que eran muy bonitos. Recomendaría a cualquiera la costa de los Balcanes sólo por sus vistas.

Ya entrada la tarde y tras recorrer gran parte de la costa montenegrina, llegamos a bar. Esta localidad no tiene mucho de turístico, y si no tuviéramos que coger un tren al día siguiente desde aquí seguramente la hubiéramos obviado. Tras llegar a la estación de autobuses, fuimos a la estación de tren ya que sólo teníamos hecha reserva.

La compañía de trenes en Montenegro tiene la siguiente página web, pero desde esta sólo se puede mirar horarios, y para comprar billetes hay que ir a la propia estación. Lo que sucede, es que ya que íbamos en grupo de 6, y éramos jóvenes, me sorprendió no encontrar algún tipo de descuento, y decidí enviarles un e-mail para preguntares.

Efectivamente, me respondieron que si lo había, y que si queríamos nos hacían la reserva, a lo cual aceptamos, y los billetes de Bar a Belgrado en Serbia, nos salieron a 9 euros por cabeza.

Tras recoger los billetes mi amiga Sandra y yo fuimos a la oficina de información a coger un plano y preguntar como podíamos llegar al hotel, ya que no teníamos mucha idea de donde estaba. La oficina de información estaba en la siguiente ubicación, y la persona que nos atendió fue extremadamente amable y trató de ayudarnos de cualquier manera. Bar tiene de turístico un pueblo en las faldas de la montaña, y lejos del centro, accesible en bus, que se llama Stari Bar.

Una vez recogida la información sacamos dinero de un ATM, los cuales son escasos as que os recomiendo ir con dinero en metálico, y fuimos con nuestros compañeros a comprar algo de lomo para la cena.

Al salir del supermercado, cogimos un autobús público (menuda odisea) que tras indicarle donde debíamos bajarnos, nos avisaron, y pudimos descender. Al bajar, nos dimos cuenta de que nos habíamos pasado la parada, y tuvimos que llamar al apartamento, los cuales enviaron un coche a buscarnos. Nos dejaron en la puerta de los apartamentos, en dos turnos, y una señora nos llevó hasta el nuestro. La verdad es que eran bastante cutres, y estaban en un tipo de arrabales bastante difíciles de localizar, pero para el precio que pagamos, no creo que encontrásemos algo mejor. Os adjunto la página de booking.

Dejamos las cosas en la habitación y como ya se había hecho tarde, fuimos a la playa que estába a unos 10 minutos, a darnos un chapuzón. Sin duda fue un baño genial, mientras veíamos la puesta de sol a través de los montes, en una playa en la que estábamos francamente solos.

No pudimos disfrutar mucho tiempo por que teníamos que regresar a cenar. Tras prepararlo todo, comimos, y nos fuimos a dormir.

Al día siguiente pedimos dos taxis que no eran muy caros, para que nos llevasen a la estación, ya que solos no sabíamos ir, y estaba lejos de narices. Una vez en la estación esperamos a que el tren se situase en el anden y....

Nos vemos en la próxima entrada chicos!!!!!!!

Puesta de sol desde la playa de Bar

RESUMEN Y LUGARES A VISITAR:

DUBROVNIK

TODO el casco antiguo en general, recorrer las calles y disfrutar del barullo de la ciudad.

Estancia recomendada para pleno disfrute: 2 días

KOTOR

Ciudad amurallada, con sus iglesias y callejuelas, TODO en general, ya que lo interesante es perderse entre las rampas y esquinas de la villa

Fuerte de Kotor: Ubicación, Precio: 3EUR

Paseo marítimo: Ubicación, simplemente dar un paseo

Ubicaciones de interés:

Estación de autobuses: Ubicación

Centro comercial: Ubicación

BAR

Estación de tren: Ubicación

Oficina de turismo: Ubicación

Centro comercial con supermercado y ATM: Ubicación

Parada de autobuses del supermercado: Ubicación

Stari Bar: Ubicación

Playa: Ubicación


GASTRONOMÍA DE MONTENEGRO:

Los lácteos que comimos estaban todos riquísimos, y en especial el yogur liquido para beber. Como producto local recomiendo unos churros de hojaldre rellenos tanto de carne como espinacas como otro tipo de rellenos que estos a su vez se sirven horneados, y se pueden comprar en las panaderías.

Publicado el 14/06/2017