Queridos lectores:

Aquí estoy de vuelta de nuevo esta vez para redatar mi experiencia Interrail. Dado que mi anterior post fue demasiado largo, y seguramente pesado, he decidido distribuir este apartado de forma distinta, de manera que iré publicando varias entradas a lo largo del mes hablando sobre mi paso por diferentes países. Esto para empezar.

Y segundo, es que vuelvo a pedir perdón dado que este es un viaje que ya he realizado este verano, pero que como no escribía en el blog pues me veo obligado a ir escribiendo ahora todo en tropel, así que voy a utilizar esta entrada para hacer la introducción al viaje.


Como ya sabéis, mi enfermedad por viajar es incurable, y aunque hasta abril - mayo tenía pensado no viajar este verano para ahorrar, esta ansia mía no tardó en hacer efecto y curioseando en internet, ya me entraron ganas de hacer la mochila y largarme.

Los que me conocéis ya sabéis que suelo ser una persona que le gusta viajar solo, pero esta vez estaba hablando con Sandra, mi amiga de Madrid, le propuse que se viniera de viaje conmigo. Al principio le ofrecí para ir a Armenia, ya que curiosamente los vuelos no son nada caros, pero entre pitos y flautas decidimos que quizás no era el mejor destino (ese viaje lo guardo para el futuro). Tras andar trajinando con algún destino que otro más acabamos decidiendo que queríamos visitar varios países europeos, y por qué no hacer Interrail? A mi las rutas en tren me atraen desde hace tiempo así que la idea me entusiasmó, así que la idea tiró para adelante y al final en vez de irnos los dos solos acabamos reclutando a otras 4 personas. Dos amigas mías (Amara y Alma) y dos amigos de Sandra (Alvaro e Iván).

Formado ya el grupo teníamos que especificar los destinos a visitar, por lo que empezamos a discutir sobre a donde queríamos ir, aunque es cierto que Sandra y yo ya teníamos el plan un poco hecho. Principalmente queríamos visitar parte de los países del este, y como estabamos algo condicioados por los precios de los vuelos, fue lo primero que cogimos antes de diseñar la ruta al completo, y lo que en cierto modo nos limitó las fechas de viaje. Lo más barato era viajar a Budapest con la compañía Wizz air, y la ida y vuelta del billete nos limitó a 13 días de viaje. He de decir que no creo que el presupuesto nos diera para más. Respecto a los precios publicaré un post más adelante sobre los gastos. Si os urge saberlo escribid un comentario pidiéndolo y procuraré ponerme manos a la obra. La fecha de salida iba a ser el 22 de Julio y la de regreso el 4 de Agosto, aunque para los que vivíamos en Bilbao esto varió un poco ya que hay que añadir la ida y vuelta a Madrid.

Máquina de tren Húngara
Escogidas ya as fechas nos pusimos delante de un mapa de vías férreas europeas que encontramos en esta página: vías e tren europeas, y decidimos que el itinerario iba a ser el siguiente:

Empezar en Hungría
> Eslovenia
> Croacia
> Montenegro
> Serbia
> Hungría (de nuevo)
> República Checa

Decidido el recorrido, nos pusimos acto seguido a hacer las reservas necesarias. Dado que mi raterío no tiene limites, y siempre escatimo en gastos, decidí no comprar el famoso billete Interrail oficial, y fui reservando los billetes uno a uno por mi cuenta, y aunque no fuera mayor de 50 euros la diferencia, SI nos salió mas barato. También voy a redactar otra entrada sobre como y donde hice las reservas.

Dicho esto ya tenia mi viaje para verano organizado, en marcha y en el horno.

Bueno creo que con esto ya es suficiente para la introducción así que en nada me pondré a trabajar con las próximas entradas . Animaos a comentar, ya que eso me va a ayudar a escribir sobre lo que verdaderamente os interesa en las próximas entradas.

Un saludo.

Publicado el 29/12/2016

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